Esta
entrada va dirigida a profesionales en comunicación (publicistas, diseñadores,
etc) pero puede ser también de interés particular.
Se
dará inicio aclarando que, los lingüistas se basaron en separar los 3 mundos
existentes (el físico- natural, es
decir, aquello que podemos distinguir por medio de al menos un sentido
(gusto,oído, tacto, vista y olfato), el
psíquico (mental) y el fisiológico-lo que ocurre en el interior del ser
humano).
Ferdinand
de Saussure, reconocido linguísta Suizo, descubrió un fenómeno muy importante inmerso en
el mundo psíquico, derivado de su
gran descubrimiento (signo lingüístico). Este es conformado por significante y
significado, donde significante corresponde al concepto que cada persona tiene
fijado en su mente, es por decir así, nuestra idea sobre algo. Y el segundo, es
la secuencia de sonidos que produce la palabra. Es por esto que del
significante se deriva la linealidad (fenómeno mencionado al inicio).
Linealidad
es entonces, una secuencia de unidades con extención de modo que genera sentido
(se logra el entendimiento) y se desenvuelve en el tiempo, por ende presenta
extención.
Se
diferencia de la direccionalidad de modo que, este tiene que ver con la
trayectoria/recorrido de las unidades (espacial), por ende pertenece al mundo
físico.
“El significante, por ser de
naturaleza auditiva, se desenvuelve en el tiempo únicamente y tiene los
caracteres que toma del tiempo: a)
representa una extensión, y b) esa extensión es mensurable en una sola
dimensión; en una línea.” (P. 95, párrafo 3, línea 1).
A
modo de ejemplo, se utilizará la siguiente publicidad de Nescafé. El diseñador
y/o publicista, juega tanto con la linealidad (puesto que logramos entender
esta secuencia independientemente del espacio en el que está dispuesto) como con la direccionalidad, pues apreciamos la forma creativa en el que hace uso de ella (se evidencia en la forma curvilínea con la que relaciona el vapor de un
delicioso café caliente, y a su vez, con las mismas palabras, da forma a la
taza que contiene el café).
Saussure,
descubrió que los seres humanos
entienden más allá del mundo físico, que existe un mundo bastante extenso
(psíquico).
Por lo tanto y a modo de conclusión, el
profesional puede jugar con el espacio pero no debe tocar la dimensión del tiempo
que da lugar a la linealidad, de modo que el público pueda entender la pieza.